Descripción
La idea de un personaje involucrado con lo esotérico no es nueva. La urbanidad y naturalidad con la que Mauro Mantella trata sus historias, en cambio, sí lo son. Porque Bizancio puede ser cualquiera de nosotros; puede ser alguien dando vueltas por las calles de Buenos Aires frecuentando lugares de atmósfera incierta y respirando mitos y horrores contados a medias (…) Bizancio es un tipo que a diferencia del 99.99% de la humanidad, despertó del eterno letargo sensorial al que estamos condenados, y entiende las fuerzas que comulgan en nuestro mundo (…) Esa realidad tan difícil de ver, pero que nos está rodeando todo el tiempo (…) Marcos se cruza con Carlitos, con figuras religiosas, con algún Animal Urbano y demás personajes conocidos de la historieta nacional. Pero el guion no solo alude a otros personajes, sino también variados mitos. ¿Qué podés ir a buscar a otro plano de realidad sino a un libro que se sabe que nunca fue terminado? Quizás Ernesto Sábato sí sabía algo y lo denunció en su Informe Sobre Ciegos. Quizás el Sheraton alberga a alguien importante. Quizás el ciruja del pueblo es más popular de lo que creíamos. Quizás el control de la sociedad con cosas mundanas como la programación en la Televisión o el Wi-Fi, sean más ciertas de lo que pensamos. Y así como una criatura informe puede matar indiscriminadamente, podemos encontrar a Dios en una lata de duraznos, o charlar con él en Mar del Plata. O al menos eso dicen.